La Euritmia es un arte integral y
contemporáneo creado por Rudolf Steiner, padre de la pedagogía Waldorf.
Reconocido como un aporte fundamental para la vida cultural de nuestro tiempo,
este lenguaje se ha desarrollado intensamente en el campo de las artes
escénicas, la educación y la terapia. Con el paso del tiempo, la Euritmia fue
adaptada para servir a las necesidades de desarrollo de los niños de las
escuelas Waldorf de todo el mundo, y en asociación a los médicos de orientación
antroposófica se creó la Euritmia Curativa, encontrando una amplia aceptación
en escuelas y hogares especiales, clínicas y hospitales. En Buenos Aires
recientemente se creó la primera Escuela, y junto con este impulso la
oportunidad para profundizar en un arte que “desnuda” las maravillas del
lenguaje en una época donde muchas dolencias y circunstancias sociales
parecieran ensombrecer nuestra capacidad de atender a la realidad y
manifestarnos en ella en plenitud.
El Dr. Rudolf Steiner fue sin dudas una de
las personalidades más significativas y prolíferas del siglo XX. Su vida y su
obra son tan fecundas y tan poco frecuentes, que ahondar en ellas significa
entregarse a un estudio ilimitado.
Steiner, doctor en Filosofía y Letras, nació en Austria (1861) y murió en
Dornach, Suiza (1925). Estudió Matemáticas, Física y otros dominios de las
Ciencias y las Artes. Fundamentalmente es conocida su labor de investigación de
la obra científica de Goethe, de ahí parte la constitución de la prestigiosa
Universidad Libre llamada Goetheanum, en Basilea, Suiza, donde
ininterrumpidamente acuden estudiantes de todo el mundo a sus seminarios y
talleres de distintas especialidades.
Bajo el vasto universo del movimiento creado por Steiner, la Antroposofía
(sabiduría o conocimiento del hombre) posibilitó al hombre moderno encontrar
una nueva concepción del mundo y de sí mismo, y desde ella desarrollarse en las
más variadas disciplinas científicas, pedagógicas, artísticas y sociales que en
la actualidad se encuentran en plena vigencia y brindando aportes invaluables.
Muchas de estas disciplinas concebidas por Steiner tuvieron su génesis a partir
de un encuentro que el filósofo tuvo con un joven con discapacidad.
A principios de la década de 1880, Steiner se convirtió en un profesor
particular para los hijos de la familia Specht. A tres de estos hermanos los
acompañó como pedagogo, asistiéndolos en su paso por la primaria y la escuela
secundaria. Pero el cuarto de ellos, llamado Otto se encontraba fuera de toda
posibilidad de recibir escolaridad ya que padecía de un marcado retraso mental
producto de una hidrocefalia, la cual le ocasionaba, además, una mala salud
general y que por aquel entonces no contaba con tratamiento alguno. Luego de
entrar en contacto con el niño, que por ese entonces tenía diez años, Steiner
decidió asumir el desafío de tomar su tutela educativa. Ya en esta época
Steiner comprendía que las dificultades del niño no estaban sólo en los
procesos fisiológicos, sino también a través de procesos anímicos y vitales que
se encontraban en crisis y a partir de ello fue capaz de diseñar un programa de
estudio y rehabilitación. En apenas dos años de trabajo, Steiner logró que el
pequeño Otto pudiera ingresar en la escuela primaria, pero además, como parte
de su progreso en el desarrollo cognitivo, su salud también mejoró. Steiner
continuó trabajando arduamente con él durante la mayor parte de su educación
general al punto de alcanzar logros difíciles de conquistar aún en la
actualidad: Otto Specht no sólo completó sus estudios iniciales sino que logró
ingresar en la universidad obtener el título de doctor en medicina.
A partir de esta experiencia y en función de necesidades sociales que le fueron
planteadas, Steiner desarrolló un método educativo innovador donde el
desarrollo cognoscitivo actuara en armonía con los procesos fisiológicos,
vitales y anímicos de los niños: es decir, una verdadera pedagogía para la
salud integral apoyada en el arte, hoy conocida como Pedagogía Waldorf.
Una de las actividades curriculares inseparables de toda escuela Waldorf es la
Euritmia, un arte del movimiento creado también por Rudolf Steiner en 1912 a
partir de los planteos de la madre de Lory Maier-Smits, una joven bailarina, acerca de si era
posible darle a la danza un nuevo ímpetu que pudiera conducirla como una
verdadera experiencia contemporánea e integral.
Desde entonces esta disciplina, que por lejos supera la categorización de
danza, fue creciendo e interactuando con distintos ámbitos de lo social:
teatros, escuelas, consultorios, comunidades y centros de personas con
discapacidad, fábricas, campos de refugiados por guerras y grupos vulnerables.
Actualmente, y cumpliendo con el postulado steineriano de que todo arte puede
colaborar con los procesos de la salud, la Euritmia, desde sus distintas
especialidades, colabora promoviendo el equilibrio psicofísico y logrando
excelentes resultados con problemáticas tan apremiantes como el TDHA (trastorno
por déficit de atención con hiperactividad).
Cuando la palabra danza y transforma
Euritmia significa “ritmo bello y armonioso” y comprende al arte del movimiento que “hace visible” en el espacio y a través del movimiento corporal aquello que en el interior del ser humano transcurre por medio de la palabra y de la música.
Los movimientos de la Euritmia no son meramente coreográficos o subjetivos,
sino que se manifiestan como la expresión de una realidad objetiva que subyace
en los miembros y el organismo del ser humano, como también en la naturaleza
que nos rodea.
Steiner, como muchos otros pensadores de la época, consideraba que la danza
podía entenderse en concordancia con los ritmos de la naturaleza y del propio
organismo humano, ya que todo lo creado se encuentra rítmicamente modulado. En este
sentido, la danza comprendida desde una visión holística, permitiría al hombre
contemporáneo reordenarse rítmicamente, agudizar su sentido del espacio y del
tiempo, mejorar su coordinación, concentración y memoria, despertar la
creatividad y expandir su conciencia, además de volcar en el mundo los propios
contenidos creativos y artísticos de su alma a través del interactuar armónico
del pensar, el sentir y la voluntad.
Bajo esta visión, la Euritmia artística se desarrolló desde los campos del
habla y de la música.
En la Euritmia vinculada a la palabra o “Euritmia vocal”, todos los sonidos de
la lengua tienen calidades gestuales características que se representan a
partir de movimientos de los brazos y desplazamientos que comienzan a
conformarse previamente en el torso. “Como arte, la Euritmia representa un
género de lenguaje mudo y visible, un lenguaje que, aunque aparece en forma
gestual, en forma de movimientos del cuerpo humano, sea en grupo o
individualmente, no ha de ser confundido con la mímica o la pantomima, ni
tampoco considerado meramente como arte de la danza. La Euritmia como lenguaje
se sirve del ser humano en su totalidad como un instrumento expresivo,
habiéndose obtenido este lenguaje mudo y visible mediante el estudio de
las leyes fonéticas del lenguaje hablado”, explicó el propio Steiner.
En la Euritmia vocal, el euritmista usa gestos para los fonemas y recorre
formas espaciales significativas para el contenido de un texto recitado. A esto
se le agregan gestos para estados anímicos, colores y otros elementos, creando
la ambientación de aquello que vive oculto en lo audible.
En cambio, en la Euritmia tonal, se expresan en gestos dinámicos los tres
elementos principales de la música: la melodía, la armonía y el ritmo. En la
Euritmia tonal, son usados gestos para los tonos, intervalos y elementos
armónicos, y el andar revela el ritmo y el pulso. Así también, el tono de los
instrumentos es posible de ser observado en el carácter del movimiento. Aquí,
los desplazamientos en el espacio también tienen significado, esta vez en
relación a la estructura musical de la pieza. Sólo es danzada con música en
vivo, ya que ésta y su interpretación gestual son una creación conjunta en el
tiempo, viva y única, que nunca se repite.
A partir de la Euritmia artística como base, Steiner y sucesivos especialistas
fueron profundizando en determinadas posibilidades que esta disciplina podría
brindarle a la sociedad para atender determinadas necesidades. Fue así que
nacieron la Euritmia Pedagógica, la Curativa y la Social.
El propósito de la Euritmia Pedagógica es despertar y consolidar las
capacidades expresivas de niños a través del movimiento, estimulándolos para
que puedas manifestar su imaginación, ideación y conceptualización como “formas
vitales, móviles” en el espacio físico. Según los especialistas Ulrike Wendt y
Helga Daniel, “la Euritmia trabaja en la capacidad de concentración y en la
voluntad de aprendizaje del alumno y, a través de la actividad artística, apoya
la capacidad de aprendizaje en todas las demás materias. Más allá del
aprendizaje de formas en el espacio y cursos del movimiento, la Euritmia
instruye acerca de competencias humanas en general en niños y jóvenes,
entregándoles así facultades que necesitan en todas las demás materias y
también en la vida: concentración, aprender a escuchar, percepción exacta,
voluntad de aprendizaje, capacidad para aprender, sentimiento de estilo,
sentimiento de la verdad, solidaridad, coordinación de piernas y brazos,
presencia de ánimo, la acción rápida, la visión conjunta de grandes contextos,
competencia social. Todas estas competencias en el ámbito de lo cognitivo, de
lo emocional, y la capacidad de la acción, son requeridas de igual manera”.
En tanto a la Euritmia Curativa, su aplicación comenzó a desarrollarse a partir
de 1921 y desde entonces la misma es llevada a cabo por un médico que actúa en
conjunto con un euritmista terapéutico. La Euritmia curativa se puede utilizar
tanto para estimular las facultades que sirven al proceso de aprendizaje, como
para compensar desequilibrios somáticos o psicológicos; el objetivo es
consolidar la capacidad salutogénica del organismo de curarse a sí mismo. Los
estudios de caso sugieren que la Euritmia terapéutica puede ser útil para los
niños con desorden de la hiperactividad del déficit de atención (TDAH).
Por último, la Euritmia Social, su rama más joven, es ampliamente utilizada en
diversos contextos del campo social, incluyendo lugares de trabajo, centros de
refugiados y prisiones, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las
personas y sus relaciones sociales. El arte social que propone esta disciplina
es la transformación individual compartida que permite el despertar en la otra
persona (en el otro). En dicho proceso, los obstáculos y resistencias, objeto
de atenta escucha, se convierten en el estímulo de creación de la nueva forma
social.
Escuela de Euritmia de Buenos Aires
Si bien la Antroposofía tiene una fuerte vida social en nuestro país, donde la Pedagogía Waldorf, la Pedagogía Curativa y la Medicina de Orientación Antroposófica han sido ampliamente aceptadas por la sociedad y ponderadas por reconocidos profesionales de la educación y la salud, la Euritmia aún se encuentra en una etapa germinal en tanto espacios de formación y profundización.
Aunque se desarrolla en todas las escuelas Waldorf y centros
educativo/terapéuticos y cuenta con un amplio número de practicantes, es recién
a partir del año 2009 que se creó la primera Escuela de formación en Euritmia
Artística.
Desde El Cisne, dialogamos con Axel Rodrigué, miembro del cuerpo docente
creador de la Escuela de Euritmia de Buenos Aires, para conocer más acerca de
la propuesta de esta Escuela y sobre el desarrollo de la Euritmia como arte
integral.
“Esta formación tuvo una génesis particular porque los que estamos involucrados
nunca propusimos hacer una Escuela de Euritmia. Comenzamos nuestras carreras
trabajando en escuelas Waldorf y veíamos la necesidad de encontrarnos a
realizar Euritmia artística, por esta razón dimos forma al grupo de arte
Prometeo, que además se hacia eco de la necesidad de nuestro alumnos de ver
obras escénicas y tener mayores perspectivas desde lo artístico. Así fue como
creamos obras infantiles y durante el año escolar recorríamos las distintas
escuelas. Con una de estas obras realizamos también una gira por Gales,
Escocia, Inglaterra y Alemania, de la cual volvimos con mucha fuerza y ganas de
continuar con el proyecto. Lamentablemente el grupo se fue desarmando pero a la
par comenzamos a dar talleres para adultos, en los cuales se fue gestando el
reclamo de profundizar y armar una escuela. Como el pedido se fue haciendo cada
vez más grande, decidimos reunir a todos los euritmistas de Buenos Aires y
abrimos el debate sobre esta posibilidad. Ya definido el equipo de trabajo, en
el año 2009 decidimos comenzar un curso preparatorio y en 2010 comenzó el
primer año. Actualmente estamos transitando un nuevo curso preparatorio y en
2012 abriremos la inscripción para un nuevo primer año. El proceso de formación
tiene una duración de cuatro años y medio. Se quiere incluir dentro de la
formación artística una introducción a la aplicación pedagógica para dar
Euritmia en colegios Waldorf”, comenta Rodrigué.
- ¿Cómo se gesta y desarrolla la Euritmia hasta nuestros tiempos?
- Axel Rodrigué: Todo comienza cuando Rudolf Steiner es consultado por Marie
von Sivers acerca de cómo sería un arte de la danza que estuviera en
consonancia con las necesidades evolutivas del ser humano de ese momento, ya
que se sentía en el mundo de la danza un retraso cultural en relación a la
evolución de la música y la pintura en Europa. A partir de esta pregunta, que
parecía que Steiner estaba esperando desde hacía mucho tiempo, se puso a
trabajar inmediatamente con esta joven para desarrollar los primeros rudimentos
de la Euritmia como disciplina artística y escénica que busca expresar lo
esencial, lo arquetípico que hay detrás de la música y detrás de la palabra, el
gesto que permite que se escuche lo que nosotros percibimos a través del oído.
Por eso es que se habla de Euritmia como “canto visible” o como “lenguaje
visible”. El movimiento en realidad antecede al sonido, ya que para que algo se
escuche tiene que haber un movimiento previo, y para que se produzca la palabra
en realidad el primer movimiento empieza en el alma: si queremos hablar de
algo, primero eso nos tiene que mover internamente y ese movimiento interno
también se podría tratar de caracterizar en el espacio físico, y ver qué
movimiento, qué gesto diferente hace un pensamiento o un sentimiento. Desde la
observación de estos movimientos interiores del alma se fueron construyendo las
bases para llevarlos al escenario y que se hagan visibles. Originalmente
Steiner sólo trabajó con la palabra y constituyó una enorme revolución en el
movimiento y en la danza, siendo que él sostenía que la Euritmia no es danza,
sino que va más allá. Por ejemplo, si nosotros observamos todos los movimientos
que realiza nuestra laringe al hablar, del aire que pasa a través de las
cuerdas vocales, el calor que surge en la laringe, en el corazón y los
pulmones, cómo se modela en la boca, con la lengua, los dientes, los labios, el
paladar, veríamos que todo eso es una danza, y si entendemos todo ese
movimiento como una danza podemos decir que tenemos un bailarín en el aparato
fonador y ese bailarín es un euritmista. Lo que busca la Eurtimia es hacer
visible ese bailarín, amplificando la laringe a todo el cuerpo, y que los pies,
las manos, la cabeza amplifiquen, exageren en el espacio y hagan visible el
movimiento de ese bailarín.
Más tarde comenzaron las preguntas acerca de si este principio podía llevar a
la música, y así fue que se gestó la Euritmia tonal o musical.
- ¿Cómo es el proceso a partir del cual la Euritmia comienza a insertarse en lo
pedagógico/terapéutico dentro del ámbito escolar?
- Axel Rodrigué: La primera función de Euritmia se da en el año 1912 y la
primera escuela Waldorf se crea en 1919, para entonces ya existían varios
euritmistas y escuelas de Euritmia en Alemania, por lo tanto ya estaba
propuesta en la currícula. En esta primera escuela Waldorf, Steiner propuso un
fuerte apoyo en lo artístico en general, y la Euritmia se suma en este sentido
con la posibilidad de tomar al ser humano en la forma más abarcante posible. Lo
artístico, desde sus diferentes disciplinas, es un ámbito para el desarrollo
del hombre que nos va a dar experiencias únicas que nos enriquecen y que
amplían el conocimiento. Por eso en la pedagogía Waldorf se recomienda que el
conocimiento intelectual vaya siempre detrás del conocimiento vivencial; que primero
tengamos un encuentro con un fenómeno y después lo podamos analizar. En este
sentido, encontrarse, por ejemplo, con las leyes matemáticas tejiendo, haciendo
Euritmia o música permite desarrollar una experiencia donde el niño puede
actuarlas, vivenciarlas, para luego encontrarse con lo conceptual desde un
conocimiento integral que le permite conocer esas leyes con todo su organismo y
no sólo con el pensar en forma abstracta, separándose de ellas. La Euritmia
acompaña a los niños desde el jardín de infantes hasta el secundario tratando
de que los contenidos artísticos se vayan dando de tal manera que respondan a
las vivencias que tienen por un lado en su desarrollo orgánico y por otro lado
en el desarrollo pedagógico, en su camino hacia el conocimiento.
- ¿Qué beneficios se ha vivenciado que la Euritmia puede aportar a los niños?
- Axel Rodrigué: A grandes rasgos se puede ver que tanto la Euritmia como la
música son respuestas maravillosas a los problemas de atención que tienen los
niños. La Euritmia hace que el niño recorra la palabra con todo el cuerpo,
entonces lo dispone a entregarse con todo su cuerpo en el espacio y con sus
compañeros a reproducir una determinada palabra, y esto es un proceso muy
sanador para hoy en día, donde para los niños es tan difícil entregarse a
escuchar. Estamos muy acostumbrados a que constantemente nos hablen las
máquinas, la radio, la televisión, las computadoras y como las máquinas no son
dignas de que todo el tiempo les prestemos atención, entonces podemos estar
haciendo otras cosas mientras la máquina nos sigue hablando y esa actitud de
indiferencia frente a eso que me está hablando los niños la maman desde
chiquitos y es lo que luego hacen con las personas. Frente a esa imposibilidad
de entregarse y prestar atención, la Euritmia es uno de los caminos que ayudan
a que ellos puedan tener una vivencia de lo que es realmente “estar en la palabra”,
que hay otros contenidos en la palabra y otras formas de llegar al encuentro a
través de la palabra.
- ¿Y en el ámbito de lo terapéutico?
- Axel Rodrigué: Además de la escuela Waldorf, la Euritmia encontró lugar en el
ámbito terapéutico, ya que como toda disciplina artística, mostró tener una
importancia para la salud. Ya en la época de Steiner se había tomado nota sobre
las mejoras experimentadas por personas con dolencias o afecciones crónicas
como asma o taquicardias al contemplar una obra de Euritmia. A partir de allí,
algunos euritmistas comenzaron a indagar junto con Steiner si se podía
intensificar esta cualidad sanadora. Steiner siempre hizo hincapié en que el
arte es sanador de por sí, lo cual fue un planteo de avanzada para la época, ya
que por entonces no existían especialidades co-mo la musicoterapia o la
danzaterapia. Desde ese entonces se empezó a gestar la especialización de
Euritmia Curativa para adaptarse al proceso de las distintas enfermedades. El
euritmista terapéutico tiene que ser primero euritmista artístico y hacer una
especialización donde estudia medicina para conocer todo el funcionamiento del
organismo físico y vital, para buscar a través de la Euritmia equilibrar los
procesos patológicos. Es realmente impresionante ver cómo un movimiento nos
puede curar, la eficiencia de la Euritmia Curativa ha sido comprobada y es
comprobada a diario en miles de pacientes en todo el mundo. Los tratamientos
son absolutamente personalizados donde el paciente se encuentra con el médico y
el euritmista, que funciona no como terapeuta sino como medicamento bajo la
supervisión del médico especializado. En Dornach existen cursos para médicos
que desean saber cómo recetar Euritmia.
- Frente a la crisis que atraviesa la palabra en la actualidad a partir de
problemáticas como las carencias de atención y del aplanamiento del potencial
sensible, expresivo y creador del lenguaje, ¿encuentra la Euritmia la
posibilidad de asumir un desafío propio de estos tiempos?
- Axel Rodrigué: Sin dudas, frente a ello la Euritmia tiene un lugar muy
importante, por eso nosotros realmente queremos dedicarle todo nuestro esfuerzo
para que la Euritmia pueda tener un lugar en la vida cultural local, de allí
esta escuela y los grupos artísticos. Porque la Euritmia tiene un rol muy
importante en la búsqueda del ser humano para volver a darle sentido a la
palabra. Fue necesario perder el sentido en el lenguaje, es un proceso de
evolución en el que tuvimos que alejarnos de todo origen espiritual, hasta de
la palabra que es quizás lo más espiritual que podemos tener en el plano
físico. Esta tuvo que ser vaciada de sentido, transformarse simplemente en un
medio de información donde hay un mensaje, un receptor y un emisor. A eso se
redujo el lenguaje cuando en realidad el lenguaje es portador de afecto, de
calor, de energía; una palabra en un campo de batalla puede significar la vida
o la muerte de miles de personas, una palabra puede llevar a un grupo de
personas a querer hacer algo o querer no hacerlo. Es mucho más que entender lo
que dijo una persona, es una manifestación espiritual y la Euritmia nos va
ayudando a encontrarnos con la palabra desde su origen. Creo que el ser humano
va a volver a hacer un camino con la palabra. Creo que el futuro de la
humanidad tiene que ver con el desarrollo de la palabra, con la capacidad
creadora que tiene el lenguaje. En la palabra hay un trabajo pendiente para
reconquistar su valor espiritual y estoy seguro que la Euritmia tiene un papel
en ese camino.
La educación actual, con todas sus expectativas y exigencias tiende cada vez
más a poner el acento en que los niños “aprendan”, incorporen conocimientos,
nuevos lenguajes y medios, dejando en un segundo plano el interrogante acerca
de cuál es el vehículo adecuado a partir del cual estos conocimientos serán
facilitados. Experiencias como la pedagogía Waldorf y la Euritmia, por el
contrario, centran todos sus esfuerzos en el “cómo”, en el proceso y el medio
correctos, en procura de acompañar al niño en su desarrollo desde sus propias
necesidades, procesos y potencialidades.
La posibilidad de contar en nuestro país con estas novedosas iniciativas y
espacios de formación, abrirá la puerta para que cada vez con intensidad
creciente, las instituciones de la salud y la educación cuenten con mayores
experiencias que les permitan abordar al ser humano encarnando una necesidad
ineludible para estos tiempos: la de un enfoque integral que considere las
esferas de su interioridad y las capacidades y requerimientos de su
individualidad.
Luis Eduardo Martínez
Datos y bibliografía de interés:
- Escuela de Euritmia de Buenos Aires: www.wix.com/euritmia/buenosaires
- Padres Waldorf (sitio dedicado a padres e interesados en la pedagogía
Waldorf):
www.padreswaldorf.com.ar
- “Euritmia, Arte del movimiento”/ Rudolf Steiner/ Editorial Antroposófica.
- “Arte Curativo y curación artística”/ Eva Mees Christeller/ Edit. Rudolf
Steiner.
Fuentes:
- www.paudedamasc.com
- www.educatormaterials.com/es/euritmia.html
- Euritmia / Una contribución a la cultura de nuestro tiempo / Seth Morrison,
euritmista curativo.
Biografía de Rudolf Steiner/ Robert Lawrence
Publicado en Periódico El Cisne
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